miércoles, 26 de diciembre de 2007

¡Feliz Navidá, próspero Año y Felicidá!

Queridas dos o tres personas que leen esto,
Espero que este año termine lleno de regalos, bebidas (¡no mezclar!) y comidas. Y que 2008 llegue lleno de parabienes (me gusta esta palabra). Desde este lado de la pantalla les deseo lo mejor, acompañada por mi malhumorado felino.
Los quiere,
Ale.

jueves, 13 de diciembre de 2007

80's cartoons

Caricaturas ochenteras, b/n, menos de 20 minutos. Esos fueron los parámetros. El resultado, por mi parte, es éste. Jem, en una versión libre de su servidora. Saludos.

martes, 4 de diciembre de 2007

La saga de los niños talento (1...)

Resulta que estoy en capacitación para dar clases a los "niños talento" de la ciudad de México el próximo año. Resulta que, aparentemente los niños talento son los aplicados de las escuelas. Resulta que, en la clase de hoy, se me ocurrió hacer algunas viñetas en relación a estos mocosos. Y resulta que espero que les gusten. Esta primera es un poco de historia (o pre-historia), el primer "niño talento" del que se tiene noticia, detrás de su madre cavernícola mientras ella cazaba. La saga consta de cuatro partes, que ya están acomodadas así. Así que sólo bajen por la pantalla para ver a todos los niños talento.

La saga de los niños talento (...2...)

Primer acercamiento a lo que nos imaginamos que enfrentaremos con los niños talento.

La saga de los niños talento (...3...)

Una segunda camada de "niños talento".

La saga de los niños talento (... y 4)



Colofón: una especie de homenaje a un niño que seguramente es considerado talento en su casa. Y en su comunidad evangélica.

viernes, 30 de noviembre de 2007

Garabatos...



Lo que pasa cuando voy a clases que no me corresponde tomar.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

No hay más motivos...


...para esta entrada que las ganas de poner este dibujo. ¡Buen miércoles, y'all!

lunes, 5 de noviembre de 2007

La gloria sabe a mantequilla

Acabo de regresar de tres semanas de viaje del otro lado del Atlántico. Suficiente tiempo que al final sabe a poco, como siempre. De esas calles llenas de monumentos, de esos artistas de fama internacional, de esos eventos de tacón alto y pestaña enchinada guardo buenos recuerdos, pero el más entrañable, de los más entrañables, reside en una bolsa de palomitas compartidas en un cine en el que Viggo Mortensen hablaba castellano. Ese día lo perdimos casi completo, pues, como por un encanto de Maléfica, despertamos a las seis y media de la tarde. Es cierto, trasnochamos hasta que se hizo de día, y cruzamos la ría bilbaína bajo los primeros asomos de luz. Pero ¿dormir hasta las seis y media? A ninguna de las dos nos había pasado antes. Despertamos, comimos/cenamos por cortesía de Alberto, y decidimos salir al cine, como pretexto para recibir un poco de aire fresco, para que al mundo exterior le constara que habíamos existido ese día. Promesas del Este. Cronenberg. Las palomitas. El pequeño placer de probar el primer puñado (aliteración, ¡yeah!) El gran placer de compartir el té negro, el viento frío y la puesta al día con una de mis personas favoritas.
Ya estoy de vuelta, y toca reanudar conversaciones y proyectos de este lado del mundo; hacerque esas palomitas, esas fotos, y esas copas de vino duren todo el tiempo que tenga que pasar hasta el próximo salto de charco.

domingo, 5 de agosto de 2007

"Es como tú en versión super-arreglada"



Eso me dijeron el otro día, hablando de una mujer que era parecida a mí. Y, obviamente, el "Super-arreglada" lleva dando vueltas en mi cabeza desde entonces, haciéndome pensar en esa versión de mí. Y como siempre hace mi cabeza, pienso en las posibilidades de ficción de una Yo alterna, la que sí se fue por "el buen camino" y se hizo abogada, y se arregla, y seguro lleva el pelo largo. La Yo que "debería ser". La que no se clavara en discusiones dignas de High Fidelity acerca de la importancia de algún músico pop. La que resulta "un partidazo" para los entes masculinos que la rodean.

Y me pongo a pensar en las versiones alternas de las personas que me rodean. Me pregunto cómo será la versión alterna del personaje que conoció a la Yo-abogada. Y tendría que ser un güero, alto y flaco, malvestido y melómano. Freelancearía esporádicamente y seguro que no haría ejercicio.

En fin, que hasta el momento esa versión de él no existe. Y espero que lo de la versión de mí sea sólo un espejismo, porque cuando el sistema se de cuenta de que la versión defectuosa anda suelta escribiendo esta clase de mamarrachos, seguro que me mandan encerrar.

jueves, 2 de agosto de 2007

De cucarachas y censura...

Copio acá lo que ya está en INVASION! para que se lea en tantos sitios como sea posible. ¡Pásenlo!


Saludos.


No lo podemos creer. En pleno 2007 se hacen evidentes actitudes y comportamientos hacia manifestaciones culturales que parecían enterrados en los pasados totalitarios de los que (supuestamente) nos habíamos desprendido. En pleno 2007 se sacan de circulación publicaciones "incómodas"; incómodas por el hecho de que a través de humor y metáforas hacen evidentes los defectos del sistema; porque critican abiertamente las acciones con las que están en desacuerdo; porque ejercen el derecho de la libre expresión, y porque lo hacen con el suficiente talento como para resultar "peligrosos" para quienes no acaban de entender que (des) calificando las manifestaciones artísticas como degeneradas sólo propician que se hable más de ellas, como estamos haciendo aquí.
Lo que nos queda decir es que lean la situación. Censuraron un escrito de Tryno Maldonado por hacer referencia a los conflictos oaxaqueños y a la figura presidencial y retiraron todos los ejemplares de la gaceta del FCE en la que se publicó éste. Si buscan entre los links que recomienda INVASION! verán que aparece su blog. Ahí está el texto en cuestión. Léanlo, opinen, quéjense, pasen la información. Lo único que no podemos hacer es seguir calladitos ante acciones como ésta. ¡¡¡Saludos Invasores!!! Lean también el mensaje del mismo Tryno (por el que nos enteramos) y un artículo de la Jornada al respecto:

Queridos amigos y amigas,

Este día me he topado con la desagradable sorpresa de que mi obra ha sido censurada y sacada de circulación por "órdenes superiores" del gobierno federal en turno, algo que ni por asomo creí que pudiera volver a suceder en este país, como en épocas pasadas. Con ingenuidad creí que esos días y esas prácticas habían quedado atrás, pero veo que no. En México aún hay censura, una velada, sutil y afinada en cuanto a sus métodos, pero censura con todas sus letras. A tal grado que el tiraje completo del número de la Gaceta del Fondo de Cultura Económica del mes de julio, fue recogido de los puntos de venta por el contenido de un texto mío. El hecho en sí resultaría irrisorio de no ser por el flagrante acto de censura y de ataque a la libertad de expresión y de creación que esto implica. Esta vez me tocó a mí por mis ideas y por mi derecho a expresarlas, mañana quién sabe...

Aquí les dejo la nota que escribió al respecto el día de hoy Julio Hernández en su columna de La Jornada. Ojalá pueda contar con el respaldo de todos ustedes en lo subsiguiente para este caso.

Un abrazo fraterno y toda mi gratitud, Tryno Maldonado.

Astillas

La aparición de una cucaracha-calderón en las librerías del Fondo de Cultura Económica (FCE) provocó sobresaltos directivos que fueron combatidos mediante cuidadas dosis de tardío ocultamiento. Resulta que en el número 439 de La Gaceta, con el título en portada de Cuentos para pasar la vida, se incluyó Acido bórico, un texto del zacatecano Tryno Maldonado (nacido en 1977), en el que el personaje central de la ficción narra su estancia, en días de represión federal en esa entidad, en un departamento de Oaxaca en el que había cucarachas. ''La primera cucaracha que vi fue una del tipo que días más tarde catalogué en mi libreta como obispo, por la forma recta y recortada como una capa que adquirían sus alas en la parte inferior, además de lo prieto de su pigmento. Prieto como la mierda. O como los obispos, más exactamente''. Luego encontró la variedad que clasificaría como cucaracha-diazordaz, ''por las asombrosas similitudes que encontraba con el rostro de aquel ex presidente, no sólo en facciones, sino en las maneras de desplazarse y, en general, en su forma expansiva y campechana de ocupar el mundo''. Pero, ''sobre todo, lo que me decidió a recurrir al ácido bórico fue la aparición de una tercera clase de cucaracha, la más asquerosa, evolucionada y temible de todas. La cucaracha-calderón''. Y es que ''la cucaracha-calderón era la peor de todas las que logré clasificar en ese periodo. Era la más golosa, sucia, torpe y lenta de todas. Nada que ver con la bravura y el arrojo de la obispo, ni mucho menos con la astucia y la rapidez de la diazordaz. La cucaracha-calderón era pertinaz, imbécil, pero pertinaz y, sólo ahora lo creo, inmortal''. La Gaceta, con el texto de Maldonado, estuvo disponible en las librerías del Fondo de Cultura Económica durante las primeras semanas de julio y, de pronto, llegó la orden de recoger los ejemplares, ''por instrucciones superiores''. En dos de esos establecimientos los encargados comentaron a esta columna que las revistas habían sido recogidas. Otro dijo haber sido informado de que serían 'redistribuidas'' de otra manera. En otros sitios simplemente mencionaron que
La Gaceta de julio no estaba disponible. Pero por fortuna en la página www.fondodeculturaeconomica.com en La Gaceta, se puede entrar a la edición de julio, con todos los cuentos de la edición, inclusive Acido bórico. ¡Santos
pudores cucarachos, Batman!...

-Julio Hernández Agosto 1, 2007 La Jornada

miércoles, 18 de julio de 2007

El Datsun de mis quereres.

Este Datsun empezó a andar el mismo año que yo, 1979. Como el título de la canción de Smashing Pumpkins. Pasarían muchos años antes de que lo viera, color verde botella, en la cochera de los vecinos que se fueron a Canadá. Este cambio de vida fue lo que hizo que el señor Rubén decidiera vender al vehículo al que "quería como a uno de sus hijos". Y mis ojos sobre el auto fueron lo que propició este regalo de mi cumpleaños 24.

Hubo que arreglarlo, y en este proceso se descubrió que debajo de la verdura estaba un coche rojo esperando salir de nuevo a las calles. Restaurado quedó el color, y desde el primer día que pisó el pavimento, este autito no hace sino coleccionar miradas de admiración: "Qué bien cuidado", "Qué bonito", "¿Qué año es?" "¿No lo vendes?". Y todo eso son como si los piropos me los hicieran a mí, aunque yo no haga más que pasearlo. Quizá sea que, como dice Amelia, este coche tiene toda mi personalidad, y por eso sea que me apropio de sus cumplidos, como él debe apropiarse de los que me hagan a mí.


¿Cuántas canciones habrá escuchado este Datsun? ¿Cuántas le quedarán por escuchar? Quizá le harán falta en un futuro un par de mantenimientos totales, similares al que le dieron cuando se volvió mi compañero de andanzas; quizá sea un fastidio que se le empañan los vidrios cuando nos agarra la lluvia; pero cualquier molestia palidece ante la satisfacción de estar tras el volante de un ejemplar como éste. Y pueden estar seguros de una cosa: en ningún otro lado se escucha mejor a Creedence que en este coche.

martes, 17 de julio de 2007

LUV SUXXX!!!



No importa cuánta literatura feminista se consuma; cuántas cosas se digan de dientes para afuera; cuán bien puedas creer que te sientes. Basta un momento de descuido para que la armadura que estás empezando a construirte se derrumbe. De nuevo.

Un momento de descuido que implica enterarte, una vez más, de que ya no eres parte de su vida, y ni falta que le haces; que esa persona que alguna vez te dijo que eras lo más importante que le había pasado en lo tocante a relaciones, ya tiene a alguien más en su vida; que mientras tú sigues tratando de poner en orden las emociones que siguen desatadas y a flor de piel, sin atreverte a iniciar otra relación en este estado, él ya tiene meses compartiendo su vida cotidiana con otra chica.

Y a pesar de todos los pesares, caes otra vez en las inseguridades galopantes que no te dejan dormir. Y te dicen que eres hermosa, que tu vida será mejor, que vas a ser infinitamente feliz en un futuro que todavía no asoma la cabeza. Y por supuesto, no les crees nada. ¿Cómo creer tantas lindezas cuando hiciste poner pies en polvorosa a la persona con la que sentías que podías "vivir feliz para siempre"? ¿Cómo juntar las fuerzas para sacar el cuerpo de debajo de las cobijas a un día nublado y tristón? ¿Cómo juntar fuerzas para seguir sacando el cuerpo, y la cara, a los días que seguirán después de ese? Eso es lo que estoy tratando de averiguar, y doy gracias desde acá a los que me ayudan a hacerlo, incluso si no lo saben. A los que me hacen seguir leyendo, pensando, trabajando.

Perdón por la autocompasión, por lo chilloncito de mis palabras, por lo insoportable que puedan ser estas reflexiones dolidas. Pero es que hasta yo tengo mi corazoncito. Roto. Hasta nuevo aviso.

lunes, 16 de julio de 2007

Es lunes...






De manera arbitraria, como cualquiera que hace una división de este tipo, diré que la gente puede dividirse en dos clases: los que creen en la magia y los que disfrutan demostrando que no existe. En el primer grupo están los creyentes tardíos en los Reyes Magos; en el segundo, los que se enteran muy temprano y corren a decirle al primo menso que es aún más menso por andar pensando en musarañas y elefantes orientales. De adultos, los primeros son los que no quieren saber el sexo de su bebé hasta que nazca para albergar a un ser universal por el poco tiempo que duran esos nueve meses; los segundos, los que necesitan saberlo cuanto antes para saber si hay que pintar el cuarto de rosa o de azul pastel.

¿A cuento de qué viene esto? Pues a haber leído que (una vez más) se filtran informaciones sobre el final de Harry Potter, seguramente perpetradas por alguien que se cree fan, pero que en realidad no puede serlo. Al menos no de la manera más inocente. En algún otro blog leí que eso no importa, que no importa saber el final, pues lo que cuenta es el recorrido por las letras. En parte tiene razón, en la parte literaria, al menos. Pero en la parte del encanto, del esperar hasta el final para saber qué pasa, del despertar temprano para encontrar la sala totalmente diferente a como estaba la noche anterior, ahí sí que discrepo de su opinión.


Si esos geeks necesitados de atención fueran de verdad fans de Harry Potter, esperarían hasta el día de tener el libro completo entre sus manos, prolongando lo más posible el momento de leerlo: metiendo la nariz entre las páginas para oler la tinta nueva, pesándolo, pasando hojas antes de sentarse definitivamente a leerlo. Pero no, tienen que mostrarle al resto del mundo que están más cabrones que todas las editoriales y autores juntos. Que es más importante su triunfito personal que la sorpresa generalizada con los finales inesperados.


Como ya habrán notado, yo no quiero saber en qué acaba Harry Potter antes de leerlo, no quiero que me digan que no existen los Reyes Magos, no me interesa ser la primera en saber que mataron al Capitán América; yo quiero que los pequeños destellos de magia que todavía me guarda la vida adulta en forma de sorpresas sigan así, encubiertos hasta que llegue el momento.

viernes, 13 de julio de 2007

Sobre las falsas canciones...



Lo confieso. Uno de mis placeres culposos es, sin duda, escuchar "falsas canciones", o lo que me gusta llamar así. Me explico: estas canciones existen, y son tan reales como cualquier otra. Lo que no existe, al menos no en las convenciones radio-mercadológicas de la transmisión de música, son los artistas y bandas que las cantan. Me encantan, pues, las canciones que alguien crea para una banda en una película, banda que sólo existe en el universo de la determinada ficción cinematográfica que se mira. Mientras escribo esto, escucho el folk de Mitch & Micky, una pareja de canta-autores sesenteros que en realidad son Eugene Levy y Catherine O'Hara. Quizá después me ponga alguna rola de los Wonders (a.k.a The Oneders), o Pop! Goes My Heart, del grupo de Alex Fletcher cuyo nombre no recuerdo.


No sé cuál será la razón de que disfrute tanto con estas letras y músicas creadas para llevar una historia. Quizá sea su condición de ficciones dentro de la ficción. Quizá sea que son tan buenas (si no mejores) como las que pasan en el radio. Quizá sea el placer añadido de ver cantar a alguien que no lo hace como profesión primera y descubrir que no lo hace tan mal. El caso es que las disfruto horrores. Y me pasa algo parecido con las pinturas creadas para los pintores de película, sólo que esas no puedo tararearlas de camino a algún lado.


Yadda, yadda, yadda...

Como si hiciera falta uno más, me uno a la avalancha blogera que satura los sentidos y las buenas conciencias. No creo tener nada particularmente inteligente que decir, ni las verdades reveladas de algunos otros escritores, ni siquiera un talento especial para escribir. Sin embargo, de repente se me ocurren cosas que no tiene caso poner en algún otro lado, son sólo palabras listas para ser llevadas por el viento.

Si alguien pasa por aquí a leer, bienvenido. Si les gusta, díganlo. Si no, también. Nada me gusta más que intercambiar comentarios y armar discusiones.

Además de palabras, trataré de ir metiendo dibujillos. Este fue un "valentín" que hice este año, medio-autorretrato.